Suplementos de fluoruro

Los suplementos de flúor deben utilizarse según lo prescrito por el dentista. La prescripción más común para los niños es 1 o 2 tabletas o pastillas al día, de 0,25 mg de NaF. Para los adultos, hay pastillas de hasta 0,75 mg de NaF. La prescripción se determina por edad y por el nivel de flúor en el agua potable local.

La evidencia de la eficacia de los suplementos de flúor es inconsistente, y hay muy poca confianza en la evidencia disponible. Se alienta a los profesionales a llevar a cabo una evaluación del riesgo de caries, antes de prescribir suplementos de flúor. Cuando se prescriben suplementos de flúor, estos deben tomarse diariamente para maximizar el beneficio de prevención de las caries [2].

El uso de suplementos de flúor en lactantes es controvertido debido al riesgo de fluorosis dental, y se debe considerar la exposición total a flúor por otras fuentes. Los suplementos de flúor deben almacenarse fuera del alcance de los niños pequeños. Para pacientes de 3 años o más, los suplementos de flúor son seguros a lo largo del curso de la vida.

Hay pocos estudios contemporáneos sobre la rentabilidad de los suplementos de flúor, y no hay comparaciones actuales con otros fluoruros autoaplicados. El poco cumplimiento con el uso de los suplementos de flúor es un serio inconveniente, por su rentabilidad.

Suplementos de flúor son una opción de prevención para personas mayor riesgo de caries. En particular, los pacientes de edad avanzada con disfunciones salivales pueden beneficiarse con pastillas de flúor y gomas de mascar, ya que estas estimulan la secreción de saliva. Los suplementos de flúor generalmente ya no son la primera opción de tratamiento en programas basados en la población.